¡Cuántas veces te he querido bendecir y no quisiste!

por | febrero 16, 2010

¿Cuánto más se lamentara Dios por ti?

por Enrique Monterroza

“!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! !Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”

San Mateo 23:37

Este pasaje bíblico encierra unas grandes verdades para la iglesia de hoy. Vemos como Jesús viendo hacia la ciudad de Jerusalén se lamenta por su duro corazón. Me imagino que su lamento era acompañado de lagrimas, puesto que Jesús era un hombre sensible ante el dolor de los demás y al ver a su pueblo escogido en tal estado, no creo que no hubiese llorado al decir estas palabras.

Al igual que en el nuevo testamento, yo me imagino a un Jesús llorando por nosotros muchas veces, a lo mejor porque somos rebeldes y no buscamos hacer su voluntad, sino la nuestra.

¿Cuántas veces Dios ha querido bendecirte y tu no has querido?, a lo mejor esa pregunta suene un poco ilógica, ya que ¿Quién no quiere ser bendecido?, claro esta que si yo te pregunto si lo quieres ser, tu me dirás que si, pero la bendición no se trata nada mas de dar un si como respuesta, la bendición se obtiene a través de la obediencia, pues la Biblia lo dice muy claramente de Deuteronomio.

Muchas veces el Señor ha estado a punto de conceder tu mas anhelado sueño, pero por tu desesperación o tu falta de fe no lo has obtenido.
Sin duda muchos de nosotros somos desesperados, queremos ver las bendiciones de Dios rápidamente, pero estas no llegan en el tiempo que nosotros proponemos, sino en el tiempo que Dios cree correcto y esa gran verdad nos es difícil de digerir.

Hay muchas personas que siendo “cristianas” andan pecando deliberadamente, cauterizando de esta manera su mente y contristando al Espíritu Santo, yo me imagino a un Jesús viéndolos y lamentándose por sus acciones y a lo mejor diciendo: “Pon tu nombre, cuantas veces he querido bendecirte, cuantas veces he querido protegerte y guardar tu corazón, y no quisiste”.

Jesús ha sido muy bueno con nosotros, El no se merece que con nuestras acciones pisoteemos su Nombre, ni muchos menos que tengamos por poco el sacrificio que El hizo por nosotros.
Es hora de entender que El nos quiere bendecir, que el quiere proteger nuestro corazón, pero que para esto es necesario tener una disposición en ti, de permitirle que el lo haga.

Si por alguna extraña razón no vez las bendiciones que quisieras observar, no te desesperes, no tires la toalla, no cuelgues los guantes, no permitas que Jesús se lamente por ti. Espera porque la bendición esta cerca, confía puesto que si tu confianza esta en Jesús, El jamás te defraudara.

No permitas que los lamentos de hoy, sean por ti, ¡Vamos! Tu puedes ser mejor cada día, confían en el Señor de señores y en el Rey de reyes.

Escrito en Octubre de 2008



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