Hace diecisiete años

Era un muchacho de 16 años, sin un sentido de vida, vagando por este mundo tratando de encontrar el porque de mi existencia. Sin planes a futuro, sin tener la certeza de lo que quería, simplemente un joven yendo por las corrientes del mundo.

Sin embargo ese 1 de febrero de 1998 Dios tenia preparado para mi un encuentro que traería como consecuencia el cambio total de mi vida. Ese Domingo 1 de febrero de 1998 a las once treinta de la mañana quedarían en mi memoria para siempre pues ese día a esa hora lloraba como un niño reconociendo mi estado pecaminoso, pidiendo perdón por mis pecados y permitiendo que Jesús entrara en mi corazón, haciéndolo Señor y Salvador de mi vida.

Hoy hace 17 años Dios comenzó el cambio de mi vida que hasta la fecha sigue perfeccionando. Hoy visite con mi familia, mis hijos Uziel y Valentina, y mi amada esposa Yamita aquella Iglesia en donde le entregue mi vida al Señor. Llegar allí acompañado de mi familia me hizo recordar con nostalgia que un día llegue sin tener un sentido de vida y hoy me encontraba allí totalmente realizado, con una familia hermosa y con las muchas bendiciones que Él me ha dado sin yo merecer.

Aquel joven de dieciséis años que un día entro allí sin tener ni un plan a futuro, ahora se ha convertido en un hombre, esposo y padre de familia, que desde aquel día trata e intenta agradar a Dios.

Dios cambio mi vida, Dios me dio todo cuando no tenia nada, Dios fue, es y será siendo bueno. Hoy solamente quiero agradecer a Dios por estos diecisiete años junto a Él y motivar a aquellos que a un no le han entregado su vida a Dios a que lo hagan. Y es que Dios es capaz de hacer de lo que no es, algo que sea. Sus planes son muchos mejores que los nuestros y aquel que la buena obra comienza en nuestras vida, será fiel en completarla.

Jesús cambio mi vida, ahora vivo para Él.

¡Gloria a ti mi Dios!

Enrique Monterroza

1 de Febrero de 2015

El Salvador