Vida Devocional
por Enrique Monterroza
La mayoría de nosotros queremos, anhelamos o esperamos a que Dios haga grandes cosas en nuestra vida. Queremos que Dios responda lo más rápido posible a nuestras peticiones, queremos que Él haga muchas cosas en el momento y lugar que nosotros queremos, pero por alguna razón no hacemos nada por llevar una vida devocional que realmente agrade a Dios.
¿Qué es una vida devocional?, es mantener diariamente una comunicación espontanea y fresca con Dios, es provocar que en tus pensamientos, ideas, planes y propósitos siempre este Dios. Es tener un tiempo diario de oración, dedicar unos minutos a leer la Biblia para saber lo que Dios quiere hablarte, es adorar a Dios no porque estás en una Iglesia, sino porque sientes la necesidad de hacerlo, porque lo amas, porque lo anhelas, porque estás agradecido o porque simplemente necesitas sumergirte en su presencia para renovar tus fuerzas.
Una vida devocional tiene que ver con andar como Dios quiere que andemos, es pensar antes de actuar y evaluar si eso que vas a hacer es o no aprobado por Dios. Una vida devocional me lleva a tomar en cuenta a Dios en todo lo que hago por simple que parezca. Y es que si tomamos en cuenta a Dios en lo “simple” de la vida, lo haremos con más razón en lo “importante” de la vida.
¿Cómo está tu vida devocional?, ¿Realmente tu propósito cada día es agradar a Dios?, ¿Estás leyendo la Biblia?, ¿Estás orando sin cesar cada día?, ¿Estás incluyendo a Dios en tus decisiones “simples” y también en las “importantes”?
Una vida devocional no se compra, no se adquiere de la nada, no aparece como de milagro. Una vida devocional se forja, se trabaja, se construye, es la consecuencia de la disciplina que tenemos en la vida cristiana, es al consecuencia de llevar a la practica la Palabra que aprendemos a través de la Biblia, es el cristianismo práctico y no solo teórico.
¿Realmente estamos caminando cómo Dios quiere que caminemos?, ¿Realmente estamos teniendo la comunión espiritual cómo tendría que ser?
Hoy te invito a forjar en tu vida esa vida devocional tan importante ya que al tener una vida devocional estarás siempre preparado para cualquier situación que se presente. Cuando mantienes una vida devocional ves los problemas no cómo ocasiones de peligro, sino cómo una razón para ver el poder de Dios manifestarse en tu vida. Ves las escases cómo una oportunidad para ver al Dios proveedor en acción. Ves la enfermedad cómo una oportunidad para ver en acción al Dios Sanador.
Dedica un tiempo para orar, para hablar con Dios, habla con Él como lo hicieras con tu mejor amigo, cuéntale cómo te sientes, lo que piensas, lo que quieres, estoy seguro que Dios está muy ansioso de escucharte.
Dedica un tiempo para leer la Biblia. Lee pero también medita, reflexionar, has que esa palabra que estás leyendo se convierta en vida, practícala y sobre todo enséñala a los otros a través de tu vida.
Al forjar una vida devocional nos hacemos más fuertes, nuestra fe crece, nuestras ideas se ordenan y nuestra vida se apega más a Dios porque reconoce que Él es su roca y su escudo.
¡Forjemos cada día esa vida devocional que todos necesitamos!
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.”
Salmos 5:3 (Reina-Valera 1960)
“Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.”
Salmos 119:105 (Reina-Valera 1960)
Escrito el 31 de Marzo de 2014
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com