Yo quiero ser como tú
por Enrique Monterroza
Hay una alabanza de hace muchos años que la entona Danny Berrios que se titula: “Yo quiero ser como tu”, y hace referencia a que un niño le dice a su padre que quiere ser como él, entonces el padre al darse cuenta de lo que eso implica le pide al Señor que le ayude a ser como Él, porque su hijo quiere ser como su padre.
Aquellos que somos padres anhelamos ser ejemplos para nuestros hijos y también nos sentimos orgullosos de que nuestros hijos quieran ser como nosotros. Al mismo tiempo nos damos cuenta lo que implica eso, por tal razón debemos tratar de imitar a Jesús para que nuestros hijos al vernos e imitarnos también vean e imiten la imagen de Cristo en nuestra vida.
El Apóstol Pablo lo decía de esta forma: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1 (Reina-Valera 1960).
Considero que el anhelo de toda aquella persona nacida de nuevo es querer parecerse a Jesús, es imitar con nuestra forma de vivir y actuar lo que Él vino a mostrarnos.
Si tu mente piensa más en otras cosas que en imitar a Jesús entonces tu enfoque se esta perdiendo. Todos aquellos que decimos amar a Dios debemos tratar de imitarlo con nuestra forma de hablar, con nuestra forma de andar en la vida, con nuestra forma de reaccionar ante este mundo que quiere desestabilizarnos espiritualmente, con nuestra forma de pensar, de ver las cosas y de responder a lo que diariamente se nos presenta.
Que lindo fuera que cada uno de nosotros tratáramos de imitar a Cristo, que lindo fuera que lejos de responder a los golpes pusiéramos la otra mejilla, que lindo fuera que en lugar de hablar desmedidamente nos quedáramos callados como Jesús lo hizo cuando lo acusaban injustamente, que lindo fuera que lejos de creernos religiosos fuéramos practicantes, lejos de despreciar a los pecadores, los viéramos como ovejas sin pastor y almas necesitadas. Que lindo fuera que lo imitáramos en su humildad y mansedumbre, que lindo fuera que cada día viviéramos con el único objetivo de agradar a nuestros Padre cómo Jesús lo hizo.
Nosotros utilizamos más el tiempo en pedir la ayuda de Dios que en intentar ser como Cristo, buscamos las añadiduras antes que el reino de los cielos.
Si cada uno de nosotros nos propusiéramos diariamente a imitar a Cristo nuestra vida y los resultados de la misma fueran diferentes, pero pasamos el tiempo en preocuparnos por otras cosas que en imitar a Jesús.
Vivamos cada día recordando del porque nos hacemos llamar “cristianos”, recordemos cada día que uno de nuestros objetivos tendría que ser imitar a Cristo con nuestra forma de vida. Que nuestra vida sea un homenaje a nuestro Señor y que la gente pueda notar en nosotros la imagen de Cristo reflejada.
¿Quieres ser como Él?, Yo anhelo ser como Jesús, anhelo que la gente vea en mi la imagen de Cristo reflejada en mis actos y no solo en mis palabras.
¿Tú quieres ser como Él?, ¿Qué estas haciendo para lograrlo?
¡Imitemos diariamente al Señor!
Escrito el 22 de Abril de 2013
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
muy bellomensaje gracias